Lunes, 21 de mayo de 2012.
Como desde hace meses, el día amanece aciago y sin interés.
Se prepara como una jornada más de búsqueda infructuosa, exactamente igual a la de ayer, y probablemente a la de mañana.
Para no perder la costumbre, abro el correo y para no perder la costumbre, se muestra estéril de noticias.
Siguiente paso, el facebook, por eso de ver que se cuece.
Aparece un anuncio que llama mi atención:
Petit supermercat de barri busca ajudant per la botiga, tracte familiar, ganes de traballar i bona disposició. indicar que el contacte ve desde la pagina web de "ANEM PER FEINA ANDORRA"
Pequeño supermercado de barrio busca ayudante para la tienda, trato familiar, ganas de trabajar y buena disposición. indicar que el contacto viene desde la página web de "ANEM PER FEINA ANDORRA"
A las 11 de la mañana llamo al teléfono que se indica en el anuncio, a las cuatro de la tarde me planto en la tienda, al día siguiente empieza mi nueva aventura y... hasta hoy.
Hace un mes y dos días que estoy trabajando. Y he descubierto cuatro cosas.
Una, que me duelen músculos que ni sabia que tenia en mi cuerpo.
Dos, que antes vivía en los mundos de Yupi, representados por una mesa de despacho y ocho horas diarias. Ahora debo entregar diez horas de mi día a día, sin descanso.
Tres, cuando la necesidad apremia, hasta un cardo puede convertirse en una rosa (esto último, mi mente se resiste en aceptarlo, pero estoy en ello)
Cuatro. el mundo de las coles, lechugas, patatas y demás verduras y frutas es totalmente incompatible con el actualizar correctamente un blog. Léase que cuando llego a casa estoy tan derrotada que el sofá se apiada de mi y me abduce inmediatamente.