7 dic 2011

Hay días... y Expedientes X

Suena el aparato diabólico, objeto de todas mis iras a las seis y media de la mañana (no entiendo como es capaz de sobrevivir todavía el muy ladino, después de los mamporros a los que le someto) y las sabanas se resisten a dejarme marchar, por lo cual servidora, que para estas cosas es muy complaciente, se deja abducir sin problemas (no vaya a crearle un trauma a las pobres).

De repente el despertador parece decirme “bueno, tú misma, hoy llegas tarde“ y consigue que dé un salto y casi me empotre contra el armario (las ventajas de vivir en la casita de Pim y Pom, lo tienes todo a mano , te vas tropezando en todas las esquinas).

Saludo al hurón de camino a la ducha, después de encender la cafetera y… ¡TACHAN no sale agua del grifo! (ni que decir tiene que bajan todos los santos, con todos mis respetos, evidentemente) y ahí estoy, con mi cara de gilitonta reemplazando a mi cara de sobada total, en pelota picada mirando el grifo, como si escudriñándolo fuera a brotar el liquido elemento. Suena el timbre (¿a las siete de la mañana?) y tengo que agradecerle a la vecina que me informe de lo que ya sé, que hoy no me voy a poder duchar. 
Menos mal que una tiene sus recursos, y rauda y veloz recurro a unas toallitas húmedas (que a saber de dónde han salido porque no me suena haberlas comprado, igual al llegado al lavabo por generación espontanea).

Ya huelo a culo de bebé, empezamos bien el día… eso sí, con alegría (mira rima y todo)

Salgo corriendo a la parada del bus, no sin antes zarandear varias veces al Buitre Pequeño que no quiere levantarse para ir al cole (ahí quedaría bien el dicho ese de “de tal palo, tal astilla, y apodría haber heredado otra cosa de mi el muy jodido). 
Al final el despertador tenía razón, voy a volver a llegar tarde, me cago en mis muelas.

La mañana transcurre tranquila (bueno, todo lo tranquila que se puede estar en el ambiente pre-bélico que se respira últimamente en la oficina).

Llega la hora de ir a comer, o sea de correr otra vez en busca del bus., de ese que no acaba de llegar porque está todo colapsado. Una reflexión… aquí no hay ni un copo de nieve… ¿Por qué venís todos en masa? Vale, debe ser para aprovechar el puente-acueducto ese que tenéis, pero digo yo, ¿no os da lo mismo iros al Caribe, por ejemplo? (yo lo dejo caer), aunque sí para lo que subís es para verme a mí, os lo agradecería de igual manera si fuera más escalonado je, je.

Tic, tac, los minutos corren = hoy me quedo sin comer, porque llego justo a tiempo para:

1. Pegarle dos gritos al Buitre Pequeño-

2. Prepárarle una pizza-

3. Encender la Nespresso (por lo menos llevar algo caliente en mi cuerpo) (eso ha sonado raro, ¿no?)-

4. Sacar del congelador algo para la cena de esta noche-

5. Echar el azúcar en mi taza-

6. Ver que faltan huevos, nota mental ir a comprar cuando salga de la ofi-

7. Darle al botón y dejar que el café caiga en la nada-

8. Programar la lavadora-

9. Remover el azúcar-

10. Cambiarle el agua al hurón (seguido de más gritos al niño por no haberlo hecho, que caen en saco roto porqué el susodicho se refugia en los auriculares)-

11. Beber el azúcar-

12. Acordarme de todas las muelas de un caballo virgen y su pastelera madre, que las mías ya las tengo muy gastadas-

13. Hacer un pis y comprobar que ya hay agua (y sigo oliendo a culo de bebé)-

14. Salir corriendo.(sin nada caliente en el cuerpo)-

15. Volver a subir los cinco pisos a pata, como las buenas (es que no hay ascensor en la casita de Pim y Pom), al comprobar que me he dejado las llaves.

16. Perseguir al bus que acaba de arrancar.

Me queda media hora de camino, me despierta el chófer al llegar a la parada, le doy las gracias, diciendo que estaba meditando (si si meditando, estaba persiguiendo a mi motero je je ademas la babilla cayendo distraída me delata), venga que quedan solo cuatro horitas de kurro, ¡tú puedes con eso y más, Campeona!

Dan las siete, estoy cerrando la puerta y pasa por delante del despacho el bus, tan alegre él, o sea que ya no hace falta que arranque a correr, como de costumbre.

Me quedo tiesa esperando a que llegue el próximo.

Llego a casa y, por rutina empiezo a hacer la cena y la comida de mañana, esas albóndigas ricas que hace tantos días me pide el crío.

No tengo hambre.

Suena el teléfono, es aquel de cuyo nombre no quiero acordarme, el niño no se mueve (“buf es el papá, no tengo ganas Mamá” = quien siembra tormentas, recoge tempestades), y yo tampoco. (Que se la pique un pez espada que la tiene más fresca).

El sofá me llama pero antes me peleo con el Buitre pequeño para que me deje el trasto este un rato, y poder darle a la tecla.

Me acabo de dar cuenta que huelo a culo, que no he comprado los huevos… que no he tomado café hoy y que mañana tengo fiesta... y ... ¿Cómo he sido capaz de poner la cafetera sin taza debajo, y más Expediente X aún, cómo me tirado un buen rato removiendo el azúcar en la taza sin café? 

Definitivamente, estoy fatal de lo mio.


9 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho,es el día a día de todas las mujeres que trabajamos fuera de casa.No me extraña que se nos olviden las compras,o no poner la taza para el café.son muchas cosas que tenemos en nuestra cabeza,y es normal que alguna,se quede purulando por ahí.Un fuerte abrazo y buen día de fiesta.

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  2. Querida Marta:
    Primero quiero agradecerte el buen momento que me hiciste pasar al leer tu entrada. Son esos días que parece que todo conspira en contra nuestro y debemos luchar contra un caos total. Aunque en tu caso veo un relato mas aproximado al día a día.
    Como segundo te diré que quienes escribimos relatos o poemas ara nuestras entradas deberíamos hacer como tu y romper reglas con estas entradas frescas y graciosas que ayudan más al acercamiento que tres poemas.
    Hoy te siento más amiga por confiar tus cosas y también más cerca.

    Tamally maak

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  3. Pareces el Dalai Lama con esa vida tan plácida y sosegada que llevas.

    Deberías buscar algo con que llenar las horas, jajajjajajajaja

    Besos.

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  4. Fantástico relato cielote, me ha encantado pero... tienes que sacar tu tiempo DE DONDE SEA que si no mi niña tu cuerpo serrano no va a aguantar.
    Pasaré más por aqui para seguirte corazón un besazo y un rompeairbagssssssssss. Ya nos veremos la próxima vez
    PD: Página guardada

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  5. Pobrina!!! Menudos días te pasas y ese azucar sin café me ha llegado al alma...

    Besos desde el aire

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  6. Me has hecho reír con esta entrada.

    Besos.

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  7. jajajaja. Eres genial. Y pensar que mas o menos todos tenemos dias de estos. Yo es que no quiero parar a reflexionar sino me volvería loco también. Un besazo y ánimo que mañana es sábado.

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  8. Buenísima entrada.
    Una persona, debes ser, muy pero que muy divertida.
    Abrazos.

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  9. Me siento totalmente identificada... jajajaja, además hoy he tenido un día algo parecido a esto... jajajjaa

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Si no me dejas un comentario, no morirá un patito ni caerán chuzos de punta, pero me hará una ilu...


Deja si te apetece tus paranoias, deseos, gritos al aire, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, mensaje, besos, abrazos, saludos, consejos, bromas... lo que quieras. Siempre estaré al otro lado en soloparaelpet@gmail.com

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